viernes, 25 de julio de 2014

Candidaturas ciudadanas o independientes a nivel federal
¿Se fortalece la participación ciudadana?


Acorde al dictamen que promovió al decreto mediante el cual se expidió la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, fueron alrededor de quince iniciativas presentadas entre 2011 y 2014 ante el Pleno del Senado las que dieron origen al nuevo marco jurídico electoral aprobado en la sesión extraordinaria de la Cámara de Diputados el jueves 15 de mayo.  La noche del jueves 15 de mayo de 2014, la Cámara de Diputados reformó además diversas disposiciones de la Ley General de Medios de Impugnación, de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación y de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, disposiciones jurídicas que regularán temas considerados pendientes en la agenda política nacional, como son los derechos ciudadanos, la integración de los poderes Legislativo y Ejecutivo de la Unión, a los organismos electorales federales y locales; las reglas de los procesos electorales, el voto de los mexicanos residentes en el extranjero, la propaganda electoral, la fiscalización de recursos y las candidaturas independientes.

Estas últimas, las candidaturas independientes, a pesar de haberse establecido constitucionalmente en agosto de 2011, se consumaron como hecho jurídico y se fundamentaron en la reforma constitucional publicada en el Diario Oficial el 10 de febrero de 2014, si bien se habían reconocido anteriormente, en el mismo texto constitucional se dejó el derecho exclusivo de los partidos de registrar candidatos.  En derecho, esta contradicción se conoce como antinomia y fue corregida en febrero de 2014, y finalmente fue regulada en la nueva Ley Electoral aprobada el pasado 15 de mayo.

Se estima que las candidaturas independientes eran necesarias para vigorizar al sistema de representación política de México, y por ello, el empuje de estas dentro de la reforma político electoral fue sumamente notoria.  Sin embargo, hay consideraciones que podrían generar controversia sobre si estas serán útiles y suficientes para fortalecer la democracia del país.  Por ejemplo, los requisitos impuestos para que un ciudadano pueda obtener su registro como Candidato Independiente son mucho más altos que aquellos solicitados para la creación de un partido político.  Al primero se le requerirán, para el caso de Presidente de la República, firmas de apoyo equivalentes al 1% de la Lista Nominal al corte del 31 de agosto del año previo, esto es, del 2017; y que provengan de al menos 17 entidades federativas y correspondan al 1% de la Lista Nominal de cada estado.  Para Senadores de la República será una fórmula similar solo que requerirá del 2% de dicha lista a nivel estatal y que procedan de por lo menos la mitad de los distritos electorales y que como mínimo sumen el 1% en estos.  Para los Diputados Federales será el equivalente al 2% y deberán provenir de la mitad de las secciones que integren el distrito y correspondan al 1% del total de la Lista Nominal de éste; mientras que para lo segundo -los requisitos para crear un partido político- se pide, contar con 3 mil militantes en 20 entidades o 300 en al menos 200 distritos federales electorales.

Lo anterior podría considerarse no solo como la primera gran desilusión de la reforma electoral, también como un giro de 180 grados en la promoción de la participación ciudadana en nuestro sistema de representación.  Las candidaturas independientes han sido establecidas como una prerrogativa sumamente alta para ser alcanzada.

La necesidad de legislar en la materia obedeció a un reclamo de la opinión pública, demostrando ésta que su peso en la política mexicana es mucho, pero que no fue suficiente.  Las candidaturas ciudadanas prometen aumentar el interés de la ciudadanía en participar de manera más activa en el sistema democrático de México. Esta apreciación es válida si observamos los niveles de abstencionismo de los últimos procesos electorales, sobre todo en elecciones intermedias.  No obstante, los requisitos que la ley plantea para obtener el registro, como tal, son también un instrumento de inhibición y mantenimiento de los partidos políticos como agentes preponderantes de la política mexicana.

Los términos en que fue planteada y aprobada esta ley no deben asombrar a nadie, como bien se dice, en la política no hay sorpresas, hay sorprendidos.  Partidos que históricamente han promovido la creación de medios para incentivar e incrementar la participación de la ciudadanía en la política, han dado muestras de incongruencias en momentos definitorios, el PAN por ejemplo emitió 99 votos a favor de la nueva ley electoral, cero en contra y dos abstenciones, el PRD dividió sus votos y el 52% votó a favor, el 40% en contra y el 8% se abstuvo.  A finales del mes de abril de este año, el 65% de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal –compuesta por 66 asambleístas-, votó para que las candidaturas independientes obtengan su registro si presentan firmas de apoyo equivalentes al 2% de la lista nominal del Distrito Federal cuando se trate de la Jefatura de Gobierno, y deberán abarcar al menos la mitad de las delegaciones; para Jefes Delegacionales, se tendrán que presentar firmas del 50% de las secciones de la demarcación y para Asambleísta, el 50% de las secciones electorales del distrito correspondiente.  Si Acción Nacional y el de la Revolución Democrática se hubieran mostrado afines a sus apostolados, la votación de estos hubiera sido en contra del umbral establecido para poder ser candidato independiente y hubieran pujado por reducir los porcentajes.

La naturaleza o motivos del sentido de los votos, obedece, en ambos casos, a un principio básico en la política: la sobrevivencia.  Es decir, la sobrevivencia del partido político como institución diseñada para mantener el control sobre la participación ciudadana en el sistema político mexicano, o como el medio para presentar de manera ordenada la oferta política.  Las candidaturas ciudadanas o independientes representan la disminución del poder de los partidos, sí y solo sí, los requisitos para obtenerlas fueran asequibles.  Sin embargo, podemos suponer que la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales recién aprobada es un blindaje electoral en contra de las candidaturas independientes.

Ahora bien, en el mismo sentido de las reflexiones y controversias, podríamos plantear la interrogante de si tales candidaturas realmente fortalecerían la competencia, el debate y la deliberación pública, o si serán la cura de los males de la representación.  La respuesta no es clara y tampoco sería definitiva pues el problema de la representación radica también en la competitividad de la participación ciudadana al momento de sufragar.  Si bien la decisión del voto se ve limitada por la oferta, es cierto también que la libertad política de elegir no es ejercida a plenitud, e ignoramos que la regulación electoral aplica a todos, incluso a quienes la hacen; hasta cierto punto, no es la oferta política o el candidato sino cómo votamos lo que haría la diferencia.

El reto por delante es significativo, ciudadanos, políticos y partidos van a necesitar más en las próximas elecciones, el 2015 no sólo pondrá a prueba al sistema democrático y de representación política de nuestro país sino que también, someterá a revisión la operatividad de estos y la determinación individual del ciudadano a participar de manera competitiva en las elecciones, ya sea a través de las candidaturas independientes o de un sufragio lo más apegado posible a la racionalidad.  Veremos si en las próximas elecciones intermedias el demos o populus quiere realmente ser el gobernante y si en las urnas se expresará en su conjunto, la opinión pública.


Este artículo fue publicado por Campaings & Elections el pasado mes de junio de 2014. Agradezco a la revista la oportunidad de colaborar con ellos en un tema tan importante para la participación ciudadana y el sistema político y de representación en México.

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lunes, 14 de octubre de 2013

Reforma Fiscal 2014

COCINADA LA REFORMA FISCAL

Salvador García Soto Octubre 14, 2013    1:29 am

Todo está definido y negociado para que esta semana, posiblemente mañana martes, se apruebe en el pleno de la Cámara de Diputados la reforma fiscal. Con los votos del PRI, PAN y PRD en San Lázaro, y del PRI, PRD y una parte del PAN en el Senado, es muy posible que antes de que concluya la semana quede aprobado todo el paquete fiscal 2014, lo que significaría que, salvo el voto en contra de los llamados senadores calderonistas o corderistas de Acción Nacional, el resto de las fracciones aprueben mayoritariamente las leyes fiscales y económicas para el próximo año.

Después de una semana de intensas negociaciones en las que se modificaron varios artículos de la propuesta original del presidente Enrique Peña Nieto, los partidos han llegado a acuerdos sobre los principales temas que contienen las nuevas leyes fiscales. Tras la eliminación del IVA a colegiaturas y a hipotecas, sólo se gravarán con ese impuesto las hipotecas arriba de tres millones y medio de pesos. El régimen de consolidación fiscal se elimina pero la disposición no será retroactiva, y sobre la propuesta de homologar el IVA en la frontera, hasta anoche el consenso entre los partidos era eliminarla para mantener el impuesto diferenciado en esa zona del país.

En cuanto al ISR, los acuerdos establecen una tabla para su aplicación progresiva de 32% a 45% que se aplicará a contribuyentes que ganen a partir de ingresos superiores a los 60 mil pesos mensuales y al millón de pesos por año. El IETU se elimina y se reduce el impuesto a las compañías mineras y maquiladoras del 7.5% que se propuso a 5%, mientras que prevalece el impuesto a las ganancias en Bolsa de Valores.

Hasta anoche se negociaba en comisiones de Hacienda y Economía la Ley Aduanera, en la que aún no hay consensos ni acuerdos y hoy se prevé que terminen de elaborarse los dictámenes de la Ley de Seguro de Desempleo y la de Pensión Universal en las Comisiones de Seguridad Social y Trabajo, junto con la de Hacienda.

Este lunes se considera clave para que pueda terminarse el dictamen final de la reforma fiscal, con todas las leyes involucradas, de tal modo que mañana martes se mande al pleno de los diputados y de aprobarse, se envíe al Senado para que a más tardar el jueves 17 quedara aprobado todo el paquete fiscal. Sobre la Ley de Ingresos, ésta tiene de plazo para aprobarse en San Lázaro hasta el 20 de octubre, por lo que después de esa fecha sería enviada al Senado y se espera que a más tardar el 31 de octubre quede aprobada.

Lo que ha llamado la atención en estas negociaciones es la división que persiste en el PAN, pues mientras en San Lázaro diputados como Jorge Villalobos, José Isabel Trejo, presidente de la Comisión de Hacienda, y el mismo coordinador, Luis Alberto Villarreal, han participado en los acuerdos y han peleado las posiciones del panismo, en el Senado la posición del grupo que encabeza Ernesto Cordero persiste en una posición radical de rechazo a toda la reforma fiscal, por lo que habría el riesgo de que, de avanzar los acuerdos, ese grupo termine automarginado una vez que las propuestas lleguen al Senado.

Lo mismo podría ocurrir con algunos senadores del PRD si se oponen a los acuerdos que realizaron sus compañeros diputados, pues a final de cuentas, la reforma fiscal será aprobada con cálculos aritméticos y con los consensos políticos posibles, según han definido los bloques partidistas que ya pactaron la mayoría de los temas más polémicos.

Nota tomada de:


miércoles, 9 de octubre de 2013

El modelo ideal

En el foro organizado por el Senado sobre la reformar energética, líderes, empresarios y banqueros hicieron las siguientes propuestas:

Gerardo Gutiérrez
(Consejo Coordinador Empresarial)
  • Reforma Constitucional
  • Concesiones y contratos de utilidad compartida
  • Participación de la IP en generación de energía eléctrica
  • Pemex como empresa pública, no monopólica
  • Fondo soberano para inversión
  • Combate a la corrupción
  • Enfrentar redes sindicales
Francisco Funtanet
(Confederación de Cámaras Industriales)
  • Reformar los artículos 27 y 28 de la Carta Magna
  • Apertura a la IP en crudo, gas, petroquímica y petrolíferos
  • Reformar la ley reglamentaria del artículo 27 en el ramo petrolero
  • Que Pemex siga participando en ventas de primera mano
Javier Arrigunaga
(Asociación Nacional de Bancos)
  • Reforma constitucional
  • Fondo soberano que concentre ganancias del sector
  • Lograr mayor recaudación fiscal
  • Elevar la calificación de riesgo soberano
  • Incrementar crecimiento económico
Rodrigo Alpízar
(Cámara Nacional de la Industria de la Transformación)
  • Participación de la IP en la cadena productiva de Pemex y la CFE
  • Ser proveedores de las empresas extranjeras que invertirán
  • Figuras jurídicas que den certeza para participar
Álvaro Fernández Garza
(Caintra Nuevo León)
  • Hacer apetecible el mercado
  • Ingreso de pequeñas y medianas empresas en cadenas de valor
  • Incentivos a la petroquímica
  • Promover inversión
  • Transparencia y claridad


Tomado del periódico Reforma, versión impresa.

Miércoles 9 de octubre de 2013.