martes, 18 de octubre de 2011

Presupuesto de Egresos de la Federación: Algunas consideraciones


Por mandato constitucional, los diputados nos encontramos obligados a aprobar a más tardar el 15 de noviembre el Presupuesto de Egresos de la Federación que nos hizo llegar el Ejecutivo el pasado 8 de septiembre de este mismo año. Esto conforme a la fracción IV del artículo 74 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Es quizá ésta facultad del poder legislativo, dónde más se aprecia la importancia y la legitimidad de la Cámara de Diputados, para que analicemos, discutamos y aprobemos el Presupuesto, después de las modificaciones y reorientaciones de recursos a las que haya lugar.

En este acto se escucharán todas las voces de la sociedad mexicana representada por la composición plural del órgano legislativo y al respecto es preciso hacer algunas consideraciones.

En principio creemos que el Presupuesto de Egresos de la Federación contiene grandes aciertos,  pues en términos generales puede decirse que apuesta por la estabilidad de la economía, además hay una nota relevante en el proyecto enviado por el Ejecutivo: es el presupuesto más grande de la historia, con un total de 3 billones 647 mil 907.1 millones de pesos y que es superior al del año pasado en 120 millones de pesos, lo que no podría explicarse sin una prudencia en el manejo de las finanzas, responsabilidad que se traduce en la tranquilidad de millones de familias mexicanas.

Otro dato que nos parece de gran importancia es que, cumpliendo con lo dicho, el Ejecutivo Federal  no propone incrementos en las tasas de impuestos vigentes ni la creación de nuevos impuestos, cuestión que indudablemente a la oposición (me refiero a aquella que sólo piensa en función de tiempos electorales) más que agradarle por significar bienestar y solvencia para los mexicanos, pueden verla con cierto recelo o inclusive como un desacierto que impacta en sus estrategias. Permítaseme la digresión: el Ejecutivo Federal no contempla nuevos impuestos o elevarlos los existentes pues ha hecho bien su tarea y ha considerado cubierta las necesidades que debe atender el Presupuesto pero, es difícil que los ejecutivos locales resistan la tentación de allegarse de más recursos provenientes de esa misma fuente, sólo que ahora serían ellos quienes tendrían que cargar con los costos políticos de implementar las impopulares medidas.

El Proyecto contempla un significativo aumento de 16.8% respecto al del año pasado para las actividades de ciencia, tecnología e innovación, esfuerzos que son coordinados mayoritariamente hasta ahora por el CONACYT y que representa el compromiso de los gobiernos panistas para apostarle a la ciencia y tecnología como un pilar del desarrollo y del progreso. Este incremento que no es menor obedece también a la necesidad de llevar a nuestro país a niveles de competitividad óptimos y de atender un sector de la población clave para esta tarea.

Cuando hablamos de que orientación tiene el Presupuesto para ejecutarlo desde la administración, es necesario contextualizar que evidentemente dada la situación actual por la que atraviesa el país, la inseguridad es uno de los temas que más preocupan a la ciudadanía por la ola de violencia desatada en algunas partes de la República y además por el fuerte combate a los delincuentes que ha encabezado este Gobierno, de ahí que sean las Secretarías cuyas funciones se relacionan directamente con la Seguridad Pública, la Justicia y la Defensa Nacional para las que se contemple un incremento de mayores recursos en el Presupuesto hecho llegar a la Cámara de Diputados.

Sin embargo el área del sector público que más aumento de recursos tiene para el 2012 (en un 46.8% respecto al del año anterior) es el Instituto Federal Electoral, esto en función del proceso del próximo año que debe atender con las mejores herramientas y armas a efecto de lograr la tan ansiada imparcialidad y equidad en la contienda y sus resultados.
Un aspecto más que no puede dejarse pasar en este año consiste en la eliminación del Proyecto de Ley de Ingresos del  impuesto a la tenencia y uso de vehículos y la entrada en vigor de la deducibilidad de las colegiaturas en el Impuesto Sobre la Renta de las personas físicas, lo que se hace en forma responsable y sin poner en riesgo las finanzas públicas.

Considero que este Proyecto de Presupuesto apuesta por la responsabilidad, la estabilidad, la austeridad y la eficiencia en el gasto público, es además objetivo, de largo plazo y a favor del bienestar de las familias y de millones de mexicanos.

Sin embargo y como toda obra humana es perfectible y puede y debe ser corregido en aquellos aspectos que no satisfagan a los partidos políticos que integramos la Cámara de Diputados y que tenemos la representación de los mexicanos. Pero esta labor debe ser realizada con altura de miras, sin dejarnos llevar por las fiebres pre-electorales que sólo enturbiarían el proceso y sin admitir influencias ajenas al Congreso que, si bien pueden tener una fuente de legitimidad democrática en distintas partes del territorio no son los actores facultados por nuestra Carta Magna para esta labor.

Es cierto, inicia la discusión del Presupuesto y también el desfile de diversos actores que tienen un derecho legítimo a ser escuchados por esta Cámara pero sin que se entienda que esto se debe prestar a chantajes políticos o peticiones incondicionales.

El mérito al que podemos aspirar los diputados de esta LXI legislatura será encontrar en la negociación política los mecanismos para votar un Presupuesto que cubra las demandas principales de cada grupo, sabemos bien que la cobija es corta y que es imposible jalarla para un lado sin destapar otro, pero tendrá que ser mediante las artes de la política y de la ponderación que encontremos respuestas y soluciones a estas problemáticas y podamos plasmar la voluntad, en algún grado de la diversidad política de México.

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